viernes, 27 de agosto de 2010

Capitulo 7: ¿Te gusta, verdad?

POV ARTEMISA


Camine directo hacia mi padre mientras sentía sobre la preocupada mirada de mi hermano, la curiosa de el príncipe Zeth y la ¿enojada?, no, ¿angustiada?, tampoco, ¿preocupada?, creo, mirada de mi padre. Cuando llegue a donde estaba mi padre, lo vi a los ojos por un momento pero luego el me abrazo.



- ¡Oh! Hija estaba tan preocupado por ti – dijo mientras me abrazaba mas fuerte.

- ¿Padre? ¿No estas enojado conmigo? – le pregunte pues me esperaba un gran regaño por parte de mi padre.

- Claro que no. ¿Por qué debería de estarlo? – dijo mi padre.



Yo me quede confundida mientras recordaba las otras veces que me había escapado de mi cuarto por la ventana o por la puerta para ir al bosque. Al día siguiente mi padre me buscaba como loco y cuando me encontraba me daba una regañada horrible diciéndome que soy muy importante, etc., etc. Lo único que cambiaba en esta situación era el príncipe Zeth. El tenia algo que ver con que mi padre estuviera feliz, algo no cuadraba y lo iba a averiguar.



- Padre, ¿me sueltas?, voy a hablar con mi hermano – le dije mientras me soltaba de su abrazo y me dirigía hacia mi hermano.

- ¿Qué le pasa a nuestro padre? – le pregunte cuando llegue a su lado.

- Es el príncipe Zeth y su padre – me empezó a decir.

- ¿Qué paso? – dije pensando en lo peor (el príncipe Zeth).

- Pues… - empezó a decir pero luego paro.

- ¿Qué paso, Deo? – le pregunte.

- Yo no te lo puedo decir – dijo mirando el piso

- Eso te lo tiene que decir nuestro padre – dijo mirándolo.



Yo solo voltee a ver a mi padre que estaba platicando con “Narciso”. Solo al voltear a verlos el principito me sonrío pero yo no le devolví la sonrisa en cambio solo puede hacer una mueca extraña.



Después de esto me fui a mi cuarto, la verdad quería volver a ver esos ojos azules, esa hermosa sonrisa, quería ver a Altair.



POV ALTAIR

Al llegar al lo que yo llamo hogar, me encontré con mi hermano Aetos furioso. ¡Oh no! había detectado el aroma que Artemisa, me iba a ir de la patada. Cuando entre a mi hogar, me encontré con unos ojos negros con rojo, ¡hay dios! mi hermano me va a matar.



- Aetos – le dije con calma.

- Cálmate – le dije caminando hacia el.

- ¡¿Cómo quieres que me calme cuando trajiste a una humana aquí?! – me grito mi hermano.

- Estaba herida… - empecé a decir pero mi hermano no me dejo terminar.

- ¡No me importa! ¡Nos pusiste en un peligro y a ella también! – siguió gritando Aetos.



Yo me dedique a ignorarlo mientras seguía gritándome furioso. Pero, bueno, el es mi hermano (no de sangre pero lo considero mi hermano). Aetos es alto, de cabello rubio con luces y un poco largo, de tez un poco bronceada y de ojos entre verdes y grises (cuando esta normal).



Cuando termino de gritar y se empezó a calmar (lo note por que sus ojos ya no tenían rojo solo negro), pero aun estaba enojado, me acerque a el.



- ¿Ya? – le pregunte.

- Si, ya me calme – dijo algo molesto.

- Bien – dije.



El solo se me quedo viendo. Y después de un rato empezó a hablar.



- ¿Por qué la trajiste aquí? – me pregunto con voz autoritaria.

- Ya te dije, estaba herida – le dije.

- Y, ¿tu que tienes que ver con eso? – dijo calmándose mas.



Yo solo me mordí el labio inferior. A Aetos no le gusta que salga de noche por la luna y si le decía la verdad me iba a matar. Entonces hable.



- Es que… - empecé a decir buscando las palabras.

- Yo la lastime – dije evitando la parte que salí en la noche.

- Y… ¿por que la lastimaste? – dijo Aetos, esa era la pregunta que no deseaba escuchar.

- Pues…. – dije.

- ¡Genial! Si no le digo la verdad me mata y si se la digo me mata. – pensé.



Seguí pensando hasta que decidí decir la verdad, si se la decía ahora moriría rápido.



- Pues… salí en la noche – dije temeroso por su respuesta.



Entonces exploto. Empezó a golpear todo, yo solo me quitaba de su paso para que no me fuera a golpear. Después de un rato en el cual casi rompe toda la cocina. Aetos se empezó a calmar pero no lo suficiente. Lo lleve afuera de la casa para que no rompiera nada más. Entonces me empezó a gritar.



- ¿Cuántas veces te tengo que decir que no salgas cuando hay luna? Pero no me escuchas. Sales en la noche y golpeas a una humana y luego la traes aquí para ponerla en mayor peligro de lo que ya estuvo. – grito.

- Esta bien, lo siento pero yo no quise… - empecé a decir pero no me dejo terminar.

- ¡¿Qué?! No quisiste traerla, no quisiste golpearla. Lo se por eso no debemos salir en la noche – dijo bajando de tono.

- Pero… - dije pero pare.



El me miro incrédulo.



- ¿Te gusta, verdad? – me pregunto sorprendiéndome con la guardia baja.



Yo me sonroje...

lunes, 23 de agosto de 2010

Aviso rapido!!!!

Ya que hoy entre a clases y no voy a tener mucho tiempo para escribir por todas mi tareas. Les aviso que solo podre publicar los viernes, sabados o domingos.

Besos y siguan leyendo!!!!

Capitulo 6: Rapte o algo asi... a una princesa!!!!

POV ALTAIR


Cuando pude despertarla me tope con sus hermosos ojos, ella se quedo mirando mis ojos hasta que empezó a ver alrededor. Después de que empezó a ver a su alrededor yo me senté en la cama de a lado a esperar que preguntara algo ya que su expresión era de duda. Después de que viera todo mi cuarto me di cuenta que me estaba viendo a mi. La voltee a ver pero ella quito su mirada de mi.



- ¿Dónde estamos? – pregunto.

- En donde yo vivo – le dije.

- ¿Por que me trajiste aquí? – me pregunto volteando a verme.

- Por que estas herida – le dije apenado.

- ¿Qué tan herida estoy? – me pregunto.



Me sorprendí mucho con esa pregunta pues no me la esperaba. La mire con tristeza y después de un rato hable.



- Pues… te rompí la espalda, te descalabre y casi te desangras – dije sin rodeos pero algo preocupado.



Ella se quedo como en shock y luego se sumió en sus pensamientos. Después de un rato me di cuenta que aun no sabia su nombre.



- ¿Cómo te llamas? – le pregunte.

- Artemisa – dijo.

- Que hermoso nombre - pensé

- ¿y tú? –me pregunto después de un rato.

- Altair – dije.

- Que bonito nombre tienes – le dije.

- Oye, ¿Por qué tenias que ir al castillo? – le pregunte curioso después de un rato.

- Por que… - dijo sin saber que decir.

- Me lo puedes decir – dije tratado de sonar amable.

- Yo soy la princesa – dijo.



La mire sorprendido y me quede en estado de shock. Pero luego me pare y empecé a caminar de un lado a otro.



- Acabo de raptar a una princesa. Me van a matar. Hay, no, ¿que voy a hacer? – pensé



Después me di cuenta que estaba diciendo todo lo que pensaba pero lo había dicho en Cali un antigua lengua que casi nadie entendía y mucho menos sabia.



- ¿Qué tienes? – me pregunto.

- Pues voy a tener a todo el reino detrás de mi – dije muy preocupado.

- ¿Cómo? – pregunto confundida.

- Pues te rapte… o algo así y tu eres una princesa – le dije confundido por la situación.

- OK – dijo.

- Mira si no quieres tener problemas solo llévame de regreso al claro y le diré a mi padre alguna mentira y así solo se enojara conmigo – dijo salvándome.

- Bueno – dije sin muchos ánimos de que se fuera.



Le ayude a pararse y la saque de donde vivía, fuimos caminando hacia el claro hasta que llegamos.



- Esta bien, de aquí puedo llegar – me dijo cuando llegamos.

- Bueno pero primero debo saber algo – dije pensando si decirlo o no.

- ¿Qué? – me pregunto.

- ¿Si te podré volver a ver? – le dije juntando valor.

- Lo siento pero no – dijo ¿triste? después de un rato.

- ¿Por qué? – le pregunte muy triste de no verla otra vez.

- Pues… a mi padre no le gusta que me junte con alguien que no sea de la realeza – me dijo Artemisa (me encanta su nombre).

- Tengo una idea – dije sonriendo.

- ¿Cuál? – dijo Artemisa también sonriendo.

- Luego lo veras – dije siendo juguetón.

- Dime – dijo suplicando y siguiéndome el juego.

- No – dije decidido.

- ¡Princesa, princesa! – escuchamos que alguien gritaba de repente.

- ¡Oh, no! – dijo Artemisa preocupada.

- ¿Quién es? – pregunte.

- Uno de los guardias de mi padre – dijo preocupada.

- Entonces, ¿creo que ya te tienes que ir? – dije desilusionado.

- Si, adiós – dijo ¿triste?

- Adiós – dije mientras le daba un beso en la mejilla.



Después de darle el beso note que ella se sonrojo un poco pero luego se dio la vuelta como tratando de esconderlo. Después de irse me subí a un árbol y decidí seguirla. Casi llegando al final del bosque note bajo su velocidad hasta caminar. Y un rato después salio del bosque y se encontró con tres personas que supuse serian su padre, su hermano y con alguien mas que creí que era un príncipe que al verla el sonrío al que ella respondo con una falsa sonrisa (¡genial! No le caía bien) mientras a quien creia que era su hermano se acercaba corriendo hacia ella. Cuando me asegure que ella estaba segura me dirigí de regreso a mi hogar de seguro que mi hermano estaría enojado conmigo.

viernes, 20 de agosto de 2010

Capitulo 5: Ella...

POV ALTAIR

Estaba caminado por el bosque no me podía dormir. Sabía que no debería caminar por el bosque en la noche pero es que me encantaba. Pero mientras caminaba llegue a un claro algo me atrajo a aquel claro así que seguí caminando pero me di cuenta que había luna llena, esto no iba a estar bien. Seguí caminando sin poder controlar mis pasos hasta que llegue al centro del claro y empecé a mirar la luna. Después de un rato escuche unos pasos.



- Hola – dijo una voz.



Yo seguí mirando la luna incapaz de contestarle.



- ¿Qué haces aquí? – dijo la misma voz.



Seguí incapaz de contestarle y mirando la luna. Escuche unos pasos y luego que alguien me tocaba el hombro mientras decía,



- ¿Quién eres? – dijo.



Sin responderle me gire y le golpee en el estomago lanzándole al borde del claro contra un árbol.



- Lo que la luna me hace hacer – pensé.



Camine hacia la persona que había golpeado, vi que se había sentado de espaldas al arbol luego se percato que estaba caminando hacia el o ella (aun no lo sabia) y trato de parase pero resbalo. En eso me di cuenta que era una chica tenia más o menos trece o catorce años y era muy guapa. Llevo su mano a su cabeza mientras trataba de pararse luego regreso su mano y se empezó a marear pero antes de que cayera la agarre del brazo. Volteo a verme y me encontré con unos hermosos ojos color miel me quede un rato mirando sus ojos hasta que reaccione cuando jalo su brazo.



- No necesito ayuda – me dijo algo ruda.

- Pero estas muy herida – le dije preocupado.

- Tenia que pasar el mayor tiempo posible con ella – pensé.

- Recuerda que tú fuiste el que me hirió – me dijo algo enojada.

- Si, lo siento – le dije apenado pues no había sido toda mi culpa.



Ella me ignoro y se puso a caminar hacia donde yo creía que era el castillo, pero no se lo permití, la agarre del brazo y la jale quedando a pocos centímetros el uno del otro, no iba a resistir mucho tiempo así de cerca de sus labios pero ella volvió a jalar su brazo pero no pudo zafarse. En lugar de eso, reaccione, la agarre más fuerte y la jale otra vez.



- Suéltame me haces daño – me dijo en tono de suplica.

- No – le dije decidido a curar sus heridas (que yo había causado) y pasar mas tiempo con ella.

- Mira tengo que regresar al castillo – me dijo.

- ¿Cómo? – le pregunte confundido pero distrayéndola.



No la deje contestar y la cargue como bebe mientras empezaba a correr en dirección a mi hogar. No se resistió y se agarro a mi cuello. Después de un rato de correr se desmayo, yo seguí corriendo hasta que llegue abrí la entrada como pude y entre. Vi que Aetos, mi hermano, no estaba, entonces entre sin preocuparme y la deje en una de las camas que estaban en nuestro cuarto mientras iba por la medicina de curación rápida. Después de curar sus heridas, vi que se estaba moviendo descontroladamente. Empecé a tratar de despertarla paso una rato hasta que pude.

lunes, 16 de agosto de 2010

Capitulo 4: Altair.... que lindo nombre

Lo primero que vi fue sus hermosos ojos azules que me hipnotizaron luego reaccione y examine donde estaba, estaba en lo que parecía un pequeño cuarto y tenia varias velas, había dos camas casi juntas, un mesa de noche, un librero con varios libros y la puerta. Después de examinar el cuarto lo examine a el que estaba sentado en la cama que yo no estaba acostada. El era alto, guapo, tez pálida, cabello castaño con un poco rubio y unos hermosos ojos azul celeste. Cuando termine de examinarlo me le quede viendo como embobada hasta que se dio cuenta que lo miraba y volteo a verme mientras yo quitaba mi mirada de el.



- ¿Dónde estamos? – pregunte preocupada.

- En donde yo vivo – me dijo.

- ¿Por que me trajiste aquí? – le pregunte volteando a verlo.

- Por que estas herida – me dijo.

- ¿Qué tan herida estoy? – le pregunte.


El me miro con tristeza y después de un rato hablo.


- Pues… te rompí la espalda, te descalabre y casi te desangras – dijo sin rodeos.


Yo me quede en estado de shock por que me había dicho todo absolutamente todo y se había echado toda la culpa cuando yo también había tenido la culpa. Después hubo un incomodo silencio que el rompió.


- ¿Cómo te llamas? – me pregunto con evidente curiosidad.

- Artemisa – le dije.

- ¿y tú? – le pregunte después de un rato.

- Altair – me dijo.

- Que hermoso nombre – pensé.

- Que bonito nombre tienes – me dijo después de un rato.

- Oye, ¿Por qué tenias que ir al castillo? – me pregunto.

- Por que… - dije sin saber que decir.

- Me lo puedes decir – me dijo tratando de darme confianza y funciono.

- Yo soy la princesa – dije.



El solo me miro sorprendido. Pero luego se paro, empezó a caminar de un lado a otro y decía cosas en un idioma que no entendía.



- ¿Qué tienes? – le pregunte después de un rato.

- Pues voy a tener a todo el reino detrás de mi – dijo preocupado.

- ¿Cómo? – le pregunte confundida.

- Pues te rapte… o algo así y tu eres una princesa – me dijo

- OK – dije entendiendo todo.

- Mira si no quieres tener problemas solo llévame de regreso al claro y le diré a mi padre alguna mentira y solo se enojara conmigo – dije planeando la mentira que le diría a mi padre.

- Bueno – dijo Altair sin ánimos.



Me ayudo a pararme y me saco de donde vivía fuimos caminando hacia no se donde pero al final llegamos al claro.



- Esta bien, de aquí puedo llegar – le dije cuando llegamos al claro.

- Bueno pero primero debo saber algo – dijo serio.

- ¿Qué? – le pregunte con curiosidad.

- ¿Si te podré volver a ver? – me dijo ilusionado.



Esa pregunta me sorprendió pero le respondí.



- Lo siento pero no – dije triste.

- ¿Por qué? – me pregunto triste.

- Pues… a mi padre no le gusta que me junte con alguien que no sea de la realeza – le dije aun triste.

- Tengo una idea – dijo Altair sonriendo.

- ¿Cuál? – dije yo también sonriendo.

- Luego lo veras – me dijo con un aire misterioso y juguetón.

- Dime – dije suplicando y siguiéndole el juego.

- No – dijo decidido pero juguetón.



Le iba a seguir el juego cuando de repente,



- ¡Princesa, princesa! – escuche que alguien gritaba.

- ¡Oh, no! – dije.

- ¿Quién es? – me pregunto Altair.

- Uno de los guardias de mi padre – dije esperando que no se acercara más.

- Entonces, ¿creo que ya te tienes que ir? – dijo Altair con ¿desilusión?

- Si, adiós – dije triste.

- Adiós – dijo mientras me daba un beso en la mejilla.



Al sentir el tacto de sus labios, me sonroje un poco pero luego salí corriendo en dirección al castillo. Casi llegando al final del bosque baje mi velocidad hasta caminar. Y un rato después salí del bosque y me encontré con mi padre, mi hermano y…. ¡oh, no! el príncipe Zeth, al que yo llamo Narciso ya que solo se quiere a si mismo, pero lo odiaba. Al verme el sonrío al que yo respondí con una de mis mas falsa sonrisas mientras mi hermano se acercaba corriendo hacia mi.



- ¿Te has vuelto loca? – me pregunto mi hermano.

- No, ¿Por qué lo preguntas? – le dije parándome en seco.

- Por que te hemos estado buscando toda la mañana, desde que nuestro padre descubrió que no estabas en tu cuarto – dijo mi hermano.

- Fui a dar un paseo en la mañana – le dije despreocupada.

- Si pero a nuestro padre te va a matar – me dijo muy preocupado.

- Voy a hablar con el – dije esperando un regaño por parte de mi padre.

viernes, 13 de agosto de 2010

Capitulo 3: El chico y el sueño

- Hola – le dije mientras caminaba hacia el.


El no me respondió y siguió mirando a la luna. Yo seguí caminando hacia el.


- ¿Qué haces aquí? – le pregunte parando de caminar.


El siguió ignorándome y mirando la luna. Yo me acerque mas a el y mientras le tocaba el hombro le dije,


- ¿Quién eres? – le dije.


Pero en lugar de responderme se giro y con su brazo me golpeo en el estomago, lanzándome al borde del claro contra un árbol. Me golpeé el la espalda y en la cabeza contra el árbol mientras escuchaba un crack. Caí al suelo mientras mi vista se hacia un borrosa luego recupere la vista y me senté con la espalda recostada en el tronco del árbol. Luego me di cuenta que el muchacho se estaba acercando. Me trate de levantar pero resbale y me volví a pegar en la cabeza. Lleve mi mano a mi cabeza mientras trataba de pararme y sentí algo liquido y caliente, luego regrese mi mano y la vi estaba llena de sangre. Me empecé a marear pero antes de caer sentí que alguien me agaraba del brazo. Voltee a ver quien era y me encontré con unos hermosos ojos azules me quede un rato mirando sus ojos hasta que reaccione, jale mi brazo.


- No necesito ayuda – le dije.

- Pero estas muy herida – me dijo con su dulce voz.

- Recuerda que tu fuiste el que me hirió – le dije cortante recordándolo.

- Si, lo siento – me dijo algo apenado.


Yo solo lo ignore y me puse a caminar hacia el castillo, pero el no me lo permitió, me agaro del brazo y me jalo quedando a pocos centímetros el uno del otro. Yo volví a jalar mi brazo pero no pude zafarme. En lugar me agaro mas fuerte y me jalo otra vez.


- Suéltame me haces daño – le dije.

- No – me dijo decidido.

- Mira tengo que regresar al castillo – le dije seria.

- ¿Cómo? – me dijo confundido.


Pero no me dejo contestar y me cargo como bebe y empezó a correr en dirección contraria al castillo. No quise resistirme por temor a que me fuera a soltar. Me agare a su cuello para que no me fuera a caer. Después de un rato empecé a ver borroso cada vez más hasta que me desmaye. Tuve un sueño raro, me encontraba en el centro del claro mirando la luna escuche que alguien me llamaba, me voltee y vi que el que me llamaba era el muchacho pero ahora estaba diferente se veía enojado. Empezó a correr en mi dirección y a mitad del camino se transformo y vi un lobo justo cuando el lobo iba a saltar sobre mi, el lobo se empezó a desvanecer y escuche que alguien decía que me despertara hasta que me desperté.

sábado, 7 de agosto de 2010

Capitulo 2: La Historia

Bueno mi historia comenzó cuando yo tenía 13 años y me iba a ir a acostar pero antes le pedí a mi padre que me contara una historia, me gustaba tener algo en la mente en el cual soñar.


- ¿Pero que clase de historia quieres que te cuente? – me pregunto mi padre.


- Una de terror – dije yo sin pensarlo.


- Bueno una de terror será – dijo mi padre.

Me contó sobre unas criaturas que rondaban por la noche atacando a viajeros desprevenidos y a animales indefensos, estas criaturas tenían forma de lobo (o eso se creia) pero no siempre había sido así antes eran hombres normales hasta que una de esas criaturas los mordía y los dejaba vivir. Estas criaturas eran llamadas seres de la noche o hijos de la luna por que el sol los debilitaba. Yo estaba pensando en lo que me había contado mi padre hasta que de repente salto y grito,



- ¡Buuu! – yo me espante y grite.


- ¿Te espante? – me pregunto mi padre.


- ¿Tu que crees? – le pregunte a mi padre con sarcasmo.




El solo se río ante mi expresión.


- Bueno a dormir – me dijo mi padre.


- Bueno – dije yo sin mucho entusiasmo.


- Buenas noches – dijo mi padre antes de apagar la luz y cerrar la puerta.




Después de la historia que me había contado mi padre me quede un rato viendo el techo. Después de media hora de mirar el techo me di cuenta que no iba a poder dormir haci que me puse unos pantalones y una chaqueta y salí por la ventana ya que sabia que mi padre había puesto a unos guardias en la puerta para que no saliera al bosque pero no puso guardias en la ventana. Yo salía al bosque de vez en cuando para poder tomar un poco de aire fresco y cansarme para poder dormir.




Bueno camine hacia el bosque era pequeño así que nunca me perdía. Seguí caminando hasta que llegue al centro del bosque donde había un claro con una pequeño lago, mire al cielo y vi que hoy había luna llena, me quede un rato mirando a la luna, era hermosa, me hipnotizaba su belleza. Inconscientemente mi mente recordó la historia de mi padre pero no le di mucha importancia y seguí caminando hasta que me di cuenta que había un muchacho en el centro del claro mirando al cielo, bueno mas bien a la luna.

viernes, 6 de agosto de 2010

Capitulo 1: Explicaciones

Mi padre, Athlestan, es un de los mas respetados reyes que haya reinado Corban, la mágica tierra de donde se sacan muchos cuentos de hadas. Mi padre es alto, con el cabello entre rubio y castaño, ojos color miel y tez un poco moreno. Yo tengo un hermano llamado Deo Adonis, el va a ser el próximo rey, claro cuando este listo o muera mi padre. Deo es alto, con el cabello rubio (mas que mi padre), ojos verdes y tez pálida. Mi madre, bueno mi madre murió cuando yo apenas tenia 3 años, fue muy triste pero a pesar de que yo tuviera tan corta edad entendía todo. Ella se llamaba Cyrene pero aunque ella era una ninfa, mis abuelos dejaron que mi padre se casara con ella. Aunque no debió de hacerlo por las reglas del reino que decían que aquel que fuera a ser rey tenia que casarse únicamente con una princesa pero se rompió esa regla. Mi madre era una ninfa acuática, con el cabello pelirrojo, largo y liso, de estatura mediana, ojos de color entre morado y verde y tez morena. Yo soy una princesa pero yo nunca llegare a ser reina ni siquiera si mi hermano muriese antes que tuviera heredero en ese caso el trono seria para mi tío o primo. Bueno yo tengo 17 años soy alta, cabello largo, café y ondulado, ojos color miel y tez pálida-medio morena, me han dicho que me parezco mas a mi madre que a mi padre.

Epilogo

Somos tan diferentes pero tan iguales al mismo tiempo. No entiendo como fue que terminamos juntos y en este problema pero aun así te quiero.



Me llamo Artemisa y mi historia empezó asi…